Con la reciente presentación de la candidatura de Malala Yusufzai para el Premio Nobel de la Paz, queríamos recordar aquí el día 9 de octubre de 2012 en que Malala, una niña pakistaní de 15 años, recibió un disparo en la cabeza por parte de un pistolero talibán en respuesta a la campaña que puso en marcha contra la destrucción de los colegios para niñas en su país.
Malala arriesgó su vida para reclamar el derecho a la educación de las niñas en todo el mundo. Y es que esa prohibición viola el derecho humano a la educación y a la
igualdad entre los sexos. “Prohibir a una niña ir a la escuela es un
ataque contra todas las niñas, contra el derecho a aprender y contra el
derecho a tener una vida plena. Es inaceptable”, declaró la Directora
General de la UNESCO, Irina Bokova, en octubre pasado. Nada justifica
que se niegue a las niñas y a las mujeres el derecho a la educación.
El combate de Malala pone de relieve una realidad devastadora: una
gran mayoría de los 61 millones de niños que no acuden a la escuela en
el mundo son niñas. Prácticas como el matrimonio prematuro, la violencia
por motivos de sexo o la legislación discriminatoria impiden a muchas
niñas ir a la escuela o terminarla.
En su blog sobre la vida bajo el régimen talibán que ahora es
mundialmente famoso, Malala reaccionaba así ante la destrucción de
escuelas: "Tengo miedo. De camino a la escuela, oí a un
hombre decir -te voy a matar". Tenía 11 años y llevaba ya 2
años padeciendo el creciente control de los talibanes sobre el valle del Swat,
donde vivía con sus padres y dos hermanos más pequeños. Poco después, los extremistas
islámicos cerraron su escuela y la situación se hizo insoportable.
Malala deja constancia en este diario de la tiranía ejercida por los talibanes y los sinsabores de una educación reprimida. A continuación, os dejamos algunos extractos de su blog (...)
Sábado 3 de enero. Tengo miedo
Tuve un sueño terrible anoche en el que había helicópteros del Ejército y talibanes. Tengo esos sueños desde ue se lanzó la operación militar en el Swat. Fui a la escuela con miedo porque el Talibán había emitido un edicto en el que prohíbe que las niñas vayamos a la escuela. (…) Mis tres amigas se fueron con sus familias a Peshawar, Lahore y Rawalpindi después del edicto. (…) Mientras iba a la escuela escuché a un hombre decir "Te voy a matar'. Apuré el paso y cuando miré hacia atrás el hombre venía detrás de mí. Pero, para mi gran alivio, él estaba hablando por teléfono así que debía estar amenazando a alguna otra persona.Domingo 4 de enero: Debo ir a la escuela
Hoy me levanté tarde, a eso de las 10 de la mañana. Antes de la operación militar solíamos ir de picnic los domingos. Pero ahora la situación es tan mala que no hacemos un picnic hace más de un año y medio. (…) Hoy hice tareas del hogar y jugué con mi hermano. Pero el corazón me latía rápido porque mañana tengo que ir a la escuela.Lunes 5 de enero: No uses vestidos de colores
Me estaba vistiendo para ir a la escuela y me iba a poner el uniforme pero me acordé de que la directora nos había dicho que no usáramos el uniforme sino nuestra ropa habitual. Así que me puse mi vestido rosa favorito. (…) Más tarde, en la escuela, nos dijeron que no usáramos ropa de colores porque el Talibán no estaría de acuerdo.Miércoles 7 de enero: Ni fuego ni temor
Vine a Bunaria a pasar Muharram (día de fiesta musulmán). Me encanta Bunair por sus montañas y exuberantes campos verdes. Mi Swat también es muy hermoso, pero no hay paz. En Bunair hay paz y tranquilidad. Tampoco hay fuego ni temor alguno. Todos estamos muy contentos.Miércoles 14 de enero: Quizás no vaya más a la escuela
Hoy estaba de mal humor mientras va a la escuela porque mañana empiezan las vacaciones de invierno. El director anunció las vacaciones, pero no mencionó la fecha en que la escuela volverá a abrir. Es la primera vez que ocurre esto. En el pasado la fecha de reapertura fue anunciada siempre con claridad. (…) Mi conjetura es que el Talibán va a prohibir la educación de las niñas desde el 15 de enero.(…) Como hoy era el último día de nuestra escuela, hemos decidido jugar en el patio un poco más.Jueves 15 de enero: Noche de disparos
Hubo disparos de artillería toda la noche y me desperté tres veces. Pero como no había escuela, me levanté más tarde, a las 10. (…) Hoy leí mi diario escrito para la BBC (en urdu) y publicado en el periódico.A mi madre le gusta mi seudónimo 'Gul Makai' y le dijo a mi padre, ¿por qué no cambiarmos su nombre por el de Gul Makai? A mí también me gusta, porque mi nombre verdadero significa "dolor afligido".
Mi padre me contó que hace unos días alguien le trajo una copia impresa de este diario diciendo lo maravilloso que era. Mi padre sonrió, pero ni siquiera podía decir que eso había sido escrito por su hija.
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