16 de junio de 2013

Diario de un crucero por el Mediterráneo

Ya en tierra firme, hoy 16 de junio de 2013, un grupo de estudiantes y profesores del IES Infanta Elena, de Galapagar, nos hemos sentido unos privilegiados al haber participado en un viaje de ensueño.

El día 8 partimos de Madrid dirección puerto de Barcelona, en donde esperaba la gran naviera Grand Holiday, un  barco de descomunales dimensiones, once plantas, capacidad para 800 pasajeros y todas las comodidades de un crucero de lujo: piscina, jacuzzi, casino, centro comercial, gimnasio, biblioteca… De ese lujo participamos el primer día, visitando todas las instalaciones de las que podríamos sacar provecho los siete días restantes: spa, clases de baile, karaoke, fútbol, clases de baile…

A las 14,30 embarcamos en Barcelona rumbo a nuestro primer destino, Marsella. Aquí visitamos los lugares más destacados con un breve recorrido turístico minuciosamente trazado para alternar ocio y cultura: la basílica de Santa María la Mayor, los fuertes de San Juan y San Nicolás, que dan buena cuenta del carácter bélico-defensivo de esta ciudad como puerto comercial más importante de Provenza, o Notre-Dame la Garde, lugar más alto de la cuidad que ofrece una visión panorámica de la populosa Marsella.

Después de un paseo turístico por la ciudad, y la degustación de los crepès típicos, regresamos a nuestras clases de zumba fitness en la cubierta de barco, con profesores latinos que preparaban a los pasajeros para la discoteca nocturna; otros alumnos se relajaban en las piscinas del barco o bien disfrutaban de los diferentes cócteles (sin alcohol) que ofrecían los camareros experimentados.

El día 10 atracamos en Villafrance, un pequeño y tranquilo pueblo con un puerto que linda con una paradisíaca playa. Por este paseo costero decidimos avanzar para tomar un tren con destino a uno de los paraísos fiscales europeos: Mónaco/Montecarlo. Nada más adentrarnos en sus calles, los vehículos, calles, locales, plazas… derrochaban un lujo casi imposible, que se hizo más patente en el palacio y la guardia del palacio de los Grimaldi –o el casino, que no llegamos a visitar –.

Al regreso, pudimos disfrutar de nuestro baile diario y de las diferentes actividades lúdicas: fútbol, trivial, furor… y los espectáculos nocturnos siempre interesantes y entretenidos: magia, baile, canción, malabares, monólogos… para acabar en las discotecas (interiores o exteriores) agotando las pocas fuerzas que quedan del trote diurno.

El día 11 tocaba madrugar para, una vez desembarcados en Savona, visitar Génova, con un trayecto diseñado para recordar lo más significativo de esta ciudad italiana. Con un breve paseo desde el puerto de Savona, nos situamos en la bella plaza céntrica de Ferrari, diversificándonos después para callejear por sus diferentes rincones típicos, la casa de Cristóbal Colón, la catedral o los palacios de la vía Garibaldi.

De regreso a Savona, antes de volver al barco, pudimos disfrutar de las aguas cálidas del Mediterráneo en un relajante baño de tantos kilómetros de playa catalogada desde el año 2002 como Bandiera Blu (bandera azul).
El siguiente lugar de atraque fue La Spezia, excusa perfecta para organizar un maravilloso viaje a Florencia y sus zonas turística y monumental. Aquí callejeamos, disfrutando de los variados y suculentos helados italianos, visitando il Duomo, el ponte Vecchio o la plaza de la Signoria, en donde encontramos la copia del David de Miguel Ángel.

La última parada tuvo lugar en Civitavecchia, con una excursión a la Ciudad Eterna, Roma, compendio de arte clásico y barroco que, con el calor de justicia y el agotamiento acumulado, pasamos por los lugares irrenunciables: el coliseo, la columna de Trajano, la fontana de Trevi, el castillo de San Angelo, o San Pedro del Vaticano –en cuyas puertas tuvieron que quedarse tres de nuestras alumnas por no guardar el decoro permitido: la fada por debajo de las rodillas –; sin dejar a un lado el turismo y las compras por la plaza Navona.  
Esta fue la guinda del pastel náutico que culminaría con el relax de navegación total del viernes 14 de junio a bordo del barco, en el que nuestros alumnos, después de las fotos con el capitán, la despedida en el gran Teatro del barco, quemaron las últimas naves en la piscina vespertina y la discoteca nocturna, con la puesta de sol a bordo del Grand Holiday.

3 comentarios:

  1. Muy bonito todo, se ve el disfrute de cada una de las actividades, genera envidia de la buena, a mi me encanta todo lo que tienes que ver con viajes, pero uno de los que mas me gusta por todos sus complementos son los cruceros, por la diversidad de servicios que ofrece, y por la oportunidad que ofrece para observar los paisajes mas detalladamente, porque siempre la idea es disfrutar de cada uno de estos momentos.

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  2. Muchas gracias por el comentario. Este curso, que he disfrutado de este viaje con los alumnos de 2º de bachillerato, puedo afirmar que ha sido el viaje de mi vida: por el tipo de viaje y por los maravillosos alumnos con los que contamos en este centro.

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  3. El mediterraneo es uno de los lugares mas bonitos que puedes conocer pero la idea es ir y poder disfrutar de cada uno de los lugares, por ello yo me volví participe de los planes turisticos porque me quitan preocupaciones y me regala mas oportunidad de poder aprovechar de cada lugar y pienso que esa es la idea.

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